lunes, 21 de enero de 2008
Derepente la vida, el destino o Dios nos da giros inesperados que nos hacen recapacitar y aprender, salir de la obscuridad y empezar de nuevo con la misma incognita de esperar un final felíz que tal vez nunca llegará, en estos giros inesperados y la mayoria de las veces dolorosos, es maravilloso tener al lado a personas que te dan la mano para salir y ver un nuevo comienzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nunca supe que estuviste en ese tipo de "oscuridad", pero estoy muy feliz que hayas salido de ahí, es díficil pero no imposible, hay personas que se quedan años ahí siendo insufribles.
TQM