De locos todos tenemos un poco...unos más

viernes, 28 de septiembre de 2007

Caro me presto un libro sobre psicología médica y leyendo las diferentes transtornos de la personalidad identifique a muchas personas incluyendome a mi...que miedo !! jajaja...cualquier parecido con la realidad es solo COINCIDENCIA.

PERSONALIDAD ESQUIZOIDE:
Las personas esquizoides carecen de la capacidad emotiva, son introvertidas, ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y socialmente distantes. A menudo están absortas en sus propios pensamientos y sentimientos y son temerosas de la aproximación e intimidad con otros. Hablan poco, son dadas a soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción práctica. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.

PERSONALIDAD HISTRIÓNICA:
Se caracterizan por su vanidad, una conducta cuyo objetivo es sólo satisfacerse a sí mismo, actitudes egocéntricas asociadas a comportamiento de dramatización y exhibicionismo junto on metiras, exageraciones o despliegues de actuación teatral dirigidos a volverse el centro de la atención. La vida afectiva de estas personas es caprichosa y con tendencia a las explosiones emocionales. En las mujeres se aprecia provocación y coquetería. La conducta provocativa encaminada a llamar la atención parece cubrir una necesidad de dependencia cuya caracteristica es exigir más y más. La persona con personalidad histriónica al desplegar su actividad tiene como fin manipular activamente a los demás a través de toda una serie de maniobras interpersonales con las que pretenden asegurarse la recepción de estímulos y la estima que necesita.

PERSONALIDAD NARCISISTA:
Estas personas se caracterizan por una supervaloración de su propia capacidad; esto hace que centre sus afectos en ella misma y crea que los demás la valoren como ella se valora. Espera que los demás se sometan a sus deseos para satisfacer su narcisismo de comodidad y bienestar. Actua siempre por la ilusoria creencia de que sus deseos son suficiente justificación para conseguir todo lo que pretende. Su altanero desdén se empareja con su intento de explotación, con si creecia de que tiene derecho a que le sirvan y a hacer que sus deseos prevalezcan sobre los demás sin hacer ninguna actividad positiva para merecerlo.

PERSONALIDAD ANTISOCIAL:
Las personas con personalidad antisocial, la mayor parte de las cuales son hombres, muestran desprecio insensible por los derechos y los sentimientos de los demás. Explotan a otros para obtener beneficio material o gratificación personal (a diferencia de los narcisistas, que creen que son mejores que los otros). Característicamente, tales personas expresan sus conflictos impulsiva e irresponsablemente. Toleran mal la frustración y, en ocasiones, son hostiles o violentas. A pesar de los problemas o el daño que causan a otros por su comportamiento antisocial, típicamente no sienten remordimientos o culpabilidad. Al contrario, racionalizan cínicamente su comportamiento o culpan a otros. Sus relaciones están llenas de deshonestidades y de engaños. La frustración y el castigo raramente les ocasionan la modificación de sus conductas.

PERSONALIDAD EVITADORA:
La gente con una personalidad evitadora es hipersensible al rechazo y teme comenzar relaciones o alguna otra cosa nueva por la posibilidad de rechazo o de decepción. Estas personas tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser aceptadas. Sufren abiertamente por su aislamiento y falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los otros. A diferencia de aquellas con una personalidad límite, las personas con una personalidad evitadora no responden con cólera al rechazo; en vez de eso, se presentan tímidas y retraídas. El trastorno de personalidad evitadora es similar a la fobia social.

PERSONALIDAD DEPENDIENTE
Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones importantes y las responsabilidades a otros y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se antepongan a las propias. No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad. A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son reacias a expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen ofender a la gente que necesitan. Las personas con otros trastornos de personalidad frecuentemente presentan aspectos de la personalidad dependiente, pero estos signos quedan generalmente encubiertos por la predominancia del otro trastorno.

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